A medida que el sol del verano se intensifica la protección de la piel contra las quemaduras solares y el daño de los rayos ultravioleta debe ser una prioridad. Si bien untar la piel con el SPF más cercano parece buena idea, muchos protectores solares están cargados de algunos ingredientes seriamente cuestionables que pueden producir efectos adversos en la piel y el cuerpo (reacciones alérgicas, disrupción hormonal y envejecimiento prematuro).
Por suerte, no todos los productos de SPF son nocivos y no todos los protectores igual se fabrican de la misma forma. Debido a su forma de actuar podemos distinguir entre dos categorías de protectores:
- Protectores solares de filtro físico o los bloqueadores solares que contienen minerales naturales como el dióxido de titanio o el óxido de zinc. También conocido como protector solar de filtro mineral cubre la superficie de la piel y actúa desde el exterior bloqueando y reflejando los rayos UVA y UVB solares.
- Protectores solares de filtro químico: a diferencia de los protectores con filtro físico o mineral los filtros químicos se componen de ingredientes sintéticos como la oxibenzona o el octinoxato que son absorbidos por la piel para actuar desde el interior absorbiendo los rayos UV. Sin embargo, al ser absorbidos por la piel, estos ingredientes sintéticos pueden provocar irritación cutánea y otras reacciones adversas. Además, los ingredientes pueden producir radicales libres que dañan las células al exponerse al sol.
Entre los ingredientes a evitar en los protectores solares estos son algunos de los más destacables:
Oxibenzona: es un potenciador de la penetración (una sustancia química que ayuda a que otras sustancias químicas penetren en la piel) que sufre una reacción química cuando se expone a los rayos UV. Cuando es absorbido por la piel la oxibenzona puede causar reacciones alérgicas como el eccema que pueden expandirse más allá del área expuesta y durar hasta mucho después de la exposición solar. También se sospecha que puede ser un disruptor hormonal (imita, bloquea y altera los niveles hormonales) lo que puede afectar al sistema endocrino. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades el 97% de la población estadounidense tiene este ingrediente químico circulando en sus cuerpos ya que puede acumularse más deprisa de lo que el cuerpo puede deshacerse de él.
Octinoxato: uno de los ingredientes más comúnmente encontrados en los protectores solares con SPF. El Octinoxato se absorbe rápidamente por la piel y ayuda a que el resto de ingredientes se absorban más fácilmente. Aunque las reacciones alérgicas por el octinoxato no sean comunes, si lo es la disrupción hormonal; los efectos de este químico sobre los estrógenos puede ser nocivo para los humanos y la fauna. Aunque los productos SPF estén diseñados para proteger la piel del envejecimiento cutáneo inducido por el sol, el octinoxato podría favorecer el envejecimiento prematuro ya que produce radicales libres que pueden dañar la piel y las células.
Homosalato: este ingrediente actúa absorbiendo los rayos UV para proteger la piel. Una vez absorbido por la dermis, el homosalato se acumula en el cuerpo más rápido de lo que consigue deshacerse de él. Resulta tóxico para el organismo y es un disruptor hormonal.
Octocrileno: cuando esta sustancia química se expone a la luz ultravioleta absorbe los rayos y produce radicales libres de oxígeno que pueden dañar las células y causar mutaciones. La piel lo absorbe fácilmente y puede acumularse en el cuerpo además de resultar tóxico para el medio ambiente.
Parabenos: se utilizan como conservantes y están relacionados con efectos secundarios agudos y crónicos. Pueden inducir reacciones alérgicas, toxicidad en el desarrollo y reproducción además de ser un disruptor hormonal.