La suplementación con coenzima Q10 podría estar detrás de las mejoras en los síntomas observados en trastornos como enfermedades cardíacas, diabetes y enfermedades renales, según una nueva revisión.
Investigadores del Reino Unido señalan la capacidad de esta molécula soluble en lípidos para influir en el metabolismo de los ácidos grasos. Los autores también señalan que este ingrediente antioxidante puede mediar en la expresión de genes, incluidos los implicados en la inflamación.
“La Coenzima Q10 tiene un papel central en el metabolismo de todas las células, y una deficiencia de este componente podría estar relacionada con la patogénesis de una variedad de trastornos”, ha escrito el equipo en la revisión. Estos han añadido que “los tejidos cerebrales, musculares y renales son particularmente susceptibles a las consecuencias metabólicas de un déficit en el estado de este isoprenoide, presentándose clínicamente con trastornos como ataxia, miopatía y síndrome nefrótico, respectivamente”.
Deficiencia de coenzima Q10
La identificación temprana de tales carencias es esencial. Los pacientes pueden mostrar una mejora notable tras la suplementación a base de CoQ10 cuando se administra en una etapa temprana de la enfermedad.
Por definición, la coenzima Q10 no es una vitamina, ya que es producida por varios tejidos dentro del cuerpo humano que sirven para proteger las membranas celulares y las estructuras mitocondriales y extra-mitocondriales del estrés oxidativo inducido por los radicales libres. Además, esta participa en la regeneración de las vitaminas C y E y tiene un papel como mediador de la inflamación, el metabolismo del colesterol y el mantenimiento del pH lisosómico.
Los requerimientos diarios actuales de CoQ10 no se conocen con certeza, pero se ha estimado en aproximadamente 500 miligramos por día. La mayor parte del requerimiento diario se sintetiza dentro del cuerpo: riñón, corazón, músculo esquelético e hígado.
Beneficios de la suplementación con CoQ10
La revisión, realizada por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool destaca la evidencia que apunta al papel de la suplementación con CoQ10 en la mejora de algunos trastornos. Uno de los ensayos incluido es el Q-SYMBIO 2. Este encontró que las muertes relacionadas con el sistema cardiaco y por otras causas se redujeron en un 43% y un 42% respectivamente entre los pacientes que tomaron 300 mg de suplementos de CoQ10 al día. La toma estuvo acompañada por su medicación convencional durante un período de dos años.
Por otra parte, los pacientes con diabetes tipo 2 también buscan beneficiarse de la suplementación con CoQ10. Según uno de los ensayos, estos se suplementaron con 200 mg de Coenzima Q10 por día durante tres meses. Con niveles significativamente reducidos de hemoglobina glucosilada (HbA1C). Se trata de un indicador clave sobre el manejo de la diabetes, los niveles más bajos indican un mejor control.
Por último, otro estudio que observó a los diabéticos tipo 2 que tomaban 150 mg de CoQ10 al día encontró una mejora significativa de los niveles de glucosa en sangre y HbA1C después de tres meses.
Calidad del suplemento de CoQ10
A pesar del potencial de la suplementación con CoQ10, los autores del artículo añaden que sus efectos beneficiosos dependen de la calidad del suplemento. Los investigadores han subrayado que “los ingredientes utilizados en estos estudios clínicos deben fabricarse según los estándares farmacéuticos y tener una biodisponibilidad documentada en seres humanos”.
Para terminar, los autores han matizado que la deficiencia secundaria de CoQ10 se ha identificado en una amplia gama de trastornos. Estos incluyen enfermedad cardiovascular, hepática, renal crónica y diabetes tipo II.
Para terminar, se ha informado una mejoría sintomática significativa en estos trastornos. Particularmente, en la insuficiencia cardíaca, después de la suplementación con CoQ10.
Referencias
Hargreaves I, Heaton RA, Mantle D. Disorders of Human Coenzyme Q10 Metabolism: An Overview. Int J Mol Sci. 2020 Sep 13;21(18):6695.
