Los niveles altos de Omega-3 DHA se relacionan con menor inflamación pulmonar y riesgo de EPI

Los niveles altos de Omega-3 DHA se relacionan con menor inflamación pulmonar y riesgo de EPI

Los niveles elevados de omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) se asocian con un menor riesgo de hospitalizaciones debido a enfermedad pulmonar intersticial (EPI). Así lo evalúa un nuevo estudio de cohorte basado en la población.

 

Los datos publicados en el American Journal of Epidemiology señalan que los niveles más altos de DHA se relacionaron con una tasa más baja de muerte por EPI. Así mismo, estos resultados constatan que se muestran menos anomalías pulmonares intersticiales en la tomografía computarizada (TC).

 

Cabe destacar que los beneficios potenciales de niveles más altos de DHA están relacionados con la actividad antiinflamatoria de los ácidos grasos omega-3.

 

Los niveles de DHA y la salud

 

La gravedad de la enfermedad inflamatoria se ha presentado esta vez en el pulmón, por lo que podría estar inversamente relacionada con los niveles sanguíneos de omega 3. Es decir, después de ajustar estadísticamente los otros factores que podrían hacer que uno sea susceptible a la enfermedad pulmonar intersticial, un nivel bajo de DHA todavía se asoció con un mayor riesgo de tener EPI mediante una tomografía computarizada de pulmón.

 

Además, la investigación liderada por el Dr. William Harris, PhD de la Universidad de Dakota del Sur (EE.UU.) deja claro que “un nivel bajo de DHA se asocia con un mayor riesgo de ser hospitalizado por ILD y de morir por trastornos pulmonares relacionados con ILD”. El estudio sugiere que los niveles más altos de omega 3 circulantes ofrecen una protección significativa en este contexto. El Doctor Harris ha dicho que es un dato a tener en cuenta por la situación que estamos viviendo actualmente, “debido a la pandemia de COVID-19”.

 

Correlación vs causalidad

 

La investigación, que incluyó datos de más de 10.000 participantes en el Estudio multiétnico de aterosclerosis (MESA), el Estudio del corazón de Framingham (FHS) y el Estudio de susceptibilidad genética / ambiental de la edad (AGES), muestra una asociación: correlación y no causalidad.

 

Tal y como informa Harris, los ensayos de intervención están en curso. En primer lugar, el ensayo PREPARE-IT entre la Universidad de Harvard, el Instituto Cardiovascular de Rosario y los Estudios Clínicos Latinoamericanos de Argentina, que está probando la hipótesis de que ocho gramos diarios de EPA (Vascepa) podrían impactar el riesgo de contagio de COVID-19 en trabajadores de la salud argentinos.

 

Por otra parte, un ensayo de la Universidad Privada de Ciencias Aplicadas de Jordania está investigando si 300 mg / día de EPA y DHA administrados a sujetos de prueba jordanos no infectados durante dos meses pueden afectar significativamente sus niveles de interleucina en comparación con un grupo de control.

 

Cabe destacar que la ILD abarca una amplia gama de trastornos. La mayoría de ellos causan cicatrices progresivas en los pulmones. Esta cicatrización afecta la capacidad de respiración, lo que probablemente no lleve suficiente oxígeno al torrente sanguíneo.

 

Detalles del estudio

 

Dirigidos por John Kim, MD de la Universidad de Virginia, los investigadores examinaron las asociaciones de los niveles circulantes de DHA y otros ácidos grasos con la hospitalización y la muerte por ILD durante un período de 12 años. Los resultados mostraron que los niveles más altos de DHA se asociaron con un menor riesgo de hospitalizaciones por EPI y una menor tasa de muerte por EPI.

 

El equipo de investigación ha redactado que “los niveles circulantes más altos de DHA se asociaron con una tasa más baja de eventos clínicos de EPI de forma prospectiva. Además, se mostraron menos anomalías pulmonares en la TC de forma transversal entre los adultos”.

 

Para terminar, los autores concluyeron que “los estudios adicionales que examinen las vías biológicas posteriores de los PUFA n-3 y sus metabolitos en adultos con anomalías en las imágenes pulmonares y EPI diagnosticada clínicamente a través de varias plataformas proporcionarán información sobre la causalidad y los mecanismos entre los PUFA n-3 y la EPI”.

 

Referencias

 

Kim JS, Steffen BT, Podolanczuk AJ, Kawut SM, Noth I, Raghu G, Michos ED, Hoffman EA, Axelsson GT, Gudmundsson G, Gudnason V, Gudmundsson EF, Murphy RA, Dupuis J, Xu H, Vasan RS, O’Connor GT, Harris WS, Hunninghake GM, Barr RG, Tsai MY, Lederer DJ. Associations of ω-3 Fatty Acids With Interstitial Lung Disease and Lung Imaging Abnormalities Among Adults. Am J Epidemiol. 2021 Jan 4;190(1):95-108.

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